Sunday, April 19, 2015

Eternidad en ti



Saludos a todos, espero se encuentren de lo mejor posible:

El día de hoy me levante y en mi cabeza solo existía una idea infundada por la pasional fuerza que inspira a crear, a crear un poema, un cuento, una pintura o escultura, un excelente plato de comida o el mejor de los sonetos, y heme aquí, dejando que mis dedos fluyan alrededor de las teclas de mi ordenador intentando ser coherente al dejar salir los pensamientos a través de mis manos, para que así lleguen a un terreno un poco más real y tangible. Y así pues trato de pensar, que me gustaría escribir… un poema tal vez, es bien sabido que al demonio le encantan los poemas, el amor es siempre tan hermoso y doloroso, la combinación perfecta de ingredientes para poner a prueba al ser humano y así hacerle entender que el bien y el mal realmente existen, aunque los poemas también pueden tratar de dolor, de agónica y dulce pasión, lujuria lacerante y desdén decrepito, oh la poesía, el dulce idioma de Lucífago de Rafaquele para complacer a quienes tratan de obtener sus bienes sin un precio a pagar, solo para encontrarse atrapados en la eternidad… Al igual que los sonidos provocados por el sublime y demoniaco violín del Dominus Musicus Niccoló Paganini Bocciardo, cuyo incomparable genio fue atribuido a la intervención obscura… Ah, los viejos tiempos, tan añorados y sin embargo, tan abandonados al olvido y a la superchería…

Y es así que antes de escribir me encamine a releer un poco de mis viejos favoritos, para así tener un poco más de inspiración y no solo dejarme llevar por la loca pasión de la poesía que generalmente termina en senda tragedia irreparable y como me es casi imposible versar sobre amor sin citar al incomparable bardo de Avon, “Si la música es el alimento de amor toca sin cesar, dame exceso de ella, eso, glotonería, que el apetito tal vez enferme y entonces muera” oh, eternidad en ti, creo que empezare con ese título, y de ahí partirá mi idea hasta sus fatales flirteos finales con la mejor narrativa de la que yo sea capaz, y que así siga y siga hasta el letrado final y deje de retumbar en mi cabeza… sea pues:

Eternidad en ti

Así debería sonar tu nombre, sin ser parte de algo común, como el amplio eco del vacío en el infinito poblado de luz, tan fuerte y penetrante como la luz de venus y a la vez tan gentil como la brisa cálida de primavera y que más me daría el perecer en soledad si mi vida continuaría por una eternidad en ti, en tus pensamientos, en cada uno de tus suspiros que de manera traicionera escapan de tus labios susurrando mi nombre, inmortal y eterno gracias a tu corazón indomable, en el cual mi amor vivirá hasta el fin de los tiempos pues si el día de hoy he decidido por fin que mi alma será para ti y solo para ti, sin importar que me alejes de tu lado, sin importar que de tus brazos nunca obtendré un refugio seguro o que de tus labios jamás probare el dulce néctar de los dioses… Aunque sé que tu rechazo no es desprecio si no miedo a alejarte de lo confortable, que tu inseguridad, son las hojas afiladas que poco a poco abren surcos carmesí por toda mi piel. Y es que tu egoísmo te venda los ojos y así te hace imaginar que soy un monstruo que te arruinara la vida, que solo estoy aquí para cambiar tu imaginaria verdad absoluta sobre ti, sobre tu mundo y tus relaciones,  que con mis lobunos colmillos arrancare piezas de tu ya fragmentada alma y así las consumiré para regodearme en el morboso y sádico placer que me ocasionara lastimarte y es por eso que mientras tú vives en una burbuja de miedo, construyendo fortalezas amuralladas en el viento, para así poder alejar a todos los que tu consideras un peligro, lastimas a muchos otros, y me lastimas a mí. Tus confines enclaustrados y murallas llenas de cañones me destrozan, pues aunque tú no lo veas así, soy solo un ejército de un solo hombre, soy el demonio si, pero soy el demonio que se despojó de todo ante tus puertas para que así lo vieras como realmente es, como un ser común, uno que te ama y que lo daría todo por ti… un hombre destrozado por tus defensas, que aún está deseoso por ofrendarse a ti y solo a ti, aunque eso signifique morir en un campo de batalla injusto, lleno de tus tropas dispuestas a despedazar a cualquiera… Y es que si ese es mi destino, que grabado en piedra sea, pues entonces aceptare que tu armada de protectores me destroce parte por parte, y antes de cerrar los ojos para así ser abrazado por la pétrea frialdad de la parca, gritare mi amor por ti, para que así sea grabado como mi epitafio, que nací para ti, viví por ti, y que por tu mano mi final llego, pues mi único deseo era tener una eternidad en ti.

Y así termina mi apasionada carrera por los versos de mi obscura alma, espero que sea de su agrado y agradezco su paciencia, que tengan una excelente tarde y una aún mejor vida.



Semper tuum est
Ifgael Markore
Cognitio non est libertatem.

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